El viernes, a escondidillas, le preparé una sorpresita a Carlos Poges. Fué su cumpleaños el día 15 y nunca nos habíamos acordao de felicitarle ni habíamos tenido un detallito con él, asin que, me curré un bi
zcocho de esos que viene la masa ya echa, lo horneé, lo partí en trocitos y usando chocolate como si fuera cemento, pegué los trocitos de bizcocho entre sí hasta cubrir una caja vacía de BBR que posteriormente sería rellenada con el Aston Martin DBR9 de Provence.
Con la complicidad del chusep, conseguimos darle al encargao de la pizzeria el frankenstein bizcochoso relleno de maqueta y darle la sorpresa a Carlos, que decía que el no que el no, que no era su cumple cuando empezamos a cantarle el cumpleaños felíz. Y ahi se lio Carliños a cortar cachitos y repartirlos tranquilamente entre los parroquianos. "Mi madriña! que es esto?" Pero no lo abrió hasta que no hubo repartido todo el bizcocho!
Al final alli salió el Aston Martin, los camareros que llevaban esperando ansiosos cuala era la suculenta sorpresa, nos miraron como diciendo "que coño eseso??"