martes, diciembre 11, 2007
Ese primer cuarentaytresito...
Por aquel entonces llevaba ya algún tiempo dándole vueltas a la cabeza con eso del 1:43... en concreto desde que el conserje del instituto me regaló el tomo referente a modelismo civil de la enciclopedia aquella que sacaron los de Euromodelismo hace mil años. El caso es que en esos fascículos salía un precioso Cisitalia 202 CMM montado paso a paso por Luis Amarillas que no pude sacarme de la cabeza en mucho tiempo. Ni ese ni las demás fotos que venían antes del artículo.

Estuve buscando maquetas en 1:43 por las tiendas habituales, incluso encontré referencias a una tienda que se dedicaba exclusivamente al modelismo civil y sobretodo al 1:43, cercana a la ruta de los comics (la mayoría de las tiendas de comics estaban cerca una de otra y se podía hacer un tour para recorrerlas todas en un ratejo) pero lamentablemente, la tienda cerró poco antes de que yo me animase a ir.

No recuerdo muy bien cómo, pero me topé con que en Bazar Matey, en un rincón escondidos detrás de unos cuantos die-casts, tenían algunas maquetas en 1:43, y una de ellas era un novíiiisimo Seat Córdoba WRC evo2, maqueta imposible de encontrar entre los kits de plástico. ¡Con lo bonito que es ese coche de carreras! Me obsesioné con él y tuve que comprarlo... ainfs, maldito consumismo...

Hasta ese entonces mi experiencia modelística era muy limitada: un par de tamiyas de los que llevan motorcito y un subaru del 98, tamiya tambien, que me costó unas dolorosas 4000 pelas pero que disfruté de principio a fin gracias, principalmente, al tomo de "modelimo aplicado" anteriormente referido. Por lo tanto, lo que yo tenía en la cabeza como maqueta se limitaba básicamente a ese subaru... y vaya shock cuando tras gastastarme 6500 pesetazas en el Córdoba, al abrir la cajita en el metro de vuelta a casa descubro que lo que hay dentro es un trozo de resina amarillenta que olía como a pis y cuyas piezas se podían contar con los dedos de las manos. Ni decir tiene lo que pensé cuando ví las "instrucciones", o cuando descubrí que las ventanillas eran como el plástico donde vienen las palmeras de chocolate del carrefur.

Todo eran pegas, la verdad: Las llantas constaban de aluminio torneado donde se metía una pieza de resina fatalmente moldeada y las gomas eran la mitad de anchas que la llanta, como si fueran para el rally de suecia. La jaula de seguridad había que hacerla por las bravas, pues en el kit lo que venía era una planchita estandar con palitos de plástico de diversas medidas, que no servían para mucho. Palanca de cambios, freno de mano... ¡¡un solo alfiler para imitar ambas cosas!! El interior venía TODO en una sola pieza, al más puro estilo warhammer: asientos, tablero, pedales, cinturones, incluso la rueda de repuesto estaba incluída en el mazacote de resina que formaba el interior. Y que decir de la rejilla frontal (Una calca) o las luces traseras (¡Otra calca!). Terrible...

Aún así, monté el cordoba, y lo disfruté, y antes de terminarlo ya me estaba comprando otro Provence Moulage que tenían en superoferta porque estaba la caja aplastada. Bueno, la caja y el interior, la verdad. Y es que a pesar de los pesares, el córdoba era mucho mejor que los 1:43 de Heller, sin duda alguna. Me se erizan los vellos solo de pensar es esos plásticazos. Una vez montado, el cordoba quedaba chulo: entre los dos o tres diecast de la misma escala que tenía, destacaba bastante con sus detallitos y sus lineas finitas y tal, y bueno, eso me gustó mucho.

Poco después le compré a Roberto un Focus de Racing43... vaya cambio tu... Las rejillas de metal fino como el papel, los cinturones con sus respectivos minitiradores, minicierres y minianclajes, cada uno por separado en un estupendo fotograbado. El tablero, los asientos, los discos de freno, las llantas... antenitas, gps, cierres del capó, manetas de las puertas... ¡que pasada de detalle! ¡Se me salían las bolillas de los ojos! Y que calcas... fiiiinas finas, precisas como un reloj... las mejores calcas que nunca he probado sin duda. Aquí teneis una foto del kit en cuestión, en el momento que me llegó:


Y aquí empezó la perdición... Marsh Models, BBR, más Racing43... el caso es que la gente que pasa por casa y los ve, hacen comentarios del tipo "veo que estas haciendo la colección esa que venden en los quioscos", o "pues no luce nada para el precio que cuestan", o la criminal "¿son de esos que les das hacia atrás y corren?". Me da igual, yo los disfruto como un enano. Eso sí, más de una vez me he planteado comprar un aparatito de esos que dan descargas eléctricas para usarlo cuando dicen "oye, que esto no rueda", señal de que han tocado lo que no debían y encima lo han sacado de la vitrina (y probablemente, habrán roto algo)

5 Comments:
Anonymous Anónimo said...
como siempre muy entretenido leer tu blog!! coño ya era hora mejorar el aspecto!!!

Anonymous Anónimo said...
Como siempre, muy bueno Javi, mi experiencia con el 1/43 es completamente diferente, para mí sigue siendo una escala poco habitual, pero recuerdo que fuiste el principal culpable de que montase mi primer 43sito, que ya he llegado a presentar uno a varios concursos, que a día de hoy hay 6 montados en mi vitrina, que estoy montando el séptimo y el octavo a un mismo tiempo y que tengo un noveno en la recámara, vamos que esto también es ya imparable...

Anonymous Anónimo said...
no sólo tu caíste Luis, no sólo tu... ¿Que tendrán estos pequeñajos que engancha tanto?

Anonymous Anónimo said...
Y llegado ese dia el amigo se afiló los deditos para poder montar maquetitos...

Blogger Aldo Villegas said...
Javi:
mas que excelente tu historia, me hiciste reir, con eso de... " y estos, son de friccion?, de los que les da pa' tras y ruedan?"

saludos desdde Mèxico