sábado, diciembre 03, 2011
Pequeñoño y Vomitrón
Os voy a presentar a unos auténticos bookworms, devoradores de columnas de opinión y de anuncios por palabras, de publi-reportajes y de novelitas del montón, de revistas de coches, fascículos y catálogos del ikea, de manuales y tickets de compra, de clinex, servilletas, post-its... cualquier derivado celulósico al alcance de sus manos es cuidadosamente seleccionado, rasgado y rechupeteado antes de ser ingerido a menos que haya alguien que lo evite.


Este par de expertos del papel son Pequeñoño y Vomitrón, antes conocidos como gruñón y cocoliso, y cada tarde convierten la Mansión Pinipón en un infierno. Son MUY activos, demasiado, y si no están llorando es porque están haciendo trastadas del tipo "esta pelusa sabe dulce", "que fresquita el agua del cubo de fregar" o "como mola tirar de este cable". No podemos despistarnos ni un momento, gatean a toda leche y parece que se ponen de acuerdo, uno despista y el otro la lía.

Quién nos lo iba a decir hace poco más de un año cuando veíamos temblar a Nicolás metido en aquella pecera, minúsculo, lleno de cables y con un tubo atravesándole el pecho mientras en la otra punta de la ciudad inflaban a Álex con antibióticos. Tuvieron muchas dificultades al nacer por tener tanta prisa y llegar con diez semanas de adelanto. Mal lo pasamos, la verdad, y eso que no nos faltó apoyo, vía teléfono, vía web, o incluso en persona durante aquellos dos meses en los que casi nos convertimos en parte del mobiliario de la Unidad de Neonatos del Infanta Leonor, donde todo el personal se portó de fábula con nosotros. Os pongo un par de fotos de cuando por fin les juntaron en el mismo hospital y podían salir de la incubadora, ya con un color normal, con la mitad de aparatos y sin vías en la cabeza.



La verdad es que la vida en casa no está siendo nada fácil. Duro ha sido tenerlos tanto tiempo en el hospital, y duro está siendo ahora lidiar con ellos: No es el doble de trabajo, es trabajo al cuadrado. Y menos mal que de momento su hermano mayor se está portando como un fenómeno y en medida de lo posible, colabora. Si alguien aún no conoce a Mario, ya lo presenté aquí al poco de nacer. Está hecho un fenómeno y le gustan los coches de carreras tanto como a su padre: cuando se levanta no me dice "me pones los dibujos?", me dice "me pones los V8?".

Cada mañana es un sprint que empieza a las 6:30 con biberones, pañales, llantos, cereales, ropa, vomitos, más ropa, más llantos... Lo peor es cuando por fin los tengo empaquetados para llevar y estamos saliendo por la puerta y aparece en escena la caca: si no es Mario con su ya conocido "papá me hago caca...", es uno de los pequeños con el pastel desbordando por arriba y por abajo, manchando body, pantalón y camiseta, con el consecuente llanto del otro gemelo por estar panzarriba en la cuna sin poder ver ni moverse por llevar el abrigo puesto y el gorro calado hasta la nariz. Y entonces hay que echar a correr, primero al cole del mayor y luego al de sus hermanos, y siempre llegamos justitos. Después de estos días de lluvia puedo presumir de ser un experto en conducción deportiva de carrito gemelar en modo invernadero sobre superficie mojada.

Cacas, llantos y vómitos aparte, lo cierto es que tener hijos con copia de seguridad da lugar a situaciones bastante peculiares, como intentar dar de desayunar dos veces al mismo mientras el otro llora muerto de hambre, confundirles de clase o no reconocer quién es quién en las fotos, situación ésta para la que ya estamos tomando medidas como se puede ver en alguna de las fotos que ilustran esta entrada.

Curioso es también lo mucho que nos paran las señoras mayores por la calle, da igual la prisa que lleves. En la sillita, sentaditos y calladitos se les ve muy monos, pero menudo par de demonios tragapapeles. Las visitas normalmente se marchan antes siquiera de terminarse el café... ¡huyen despavoridas! He de reconocer que yo también lo haría en casa ajena, es más, antes iba a trabajar, ahora HUYO a trabajar.



¿Modelismo? JA!

5 Comments:
Blogger Jesus Marquerie said...
Dos apuntes a esta entrada: enhorabuena por la superfamilia pinypon!! Y segundo, ya se te hechaba en falta!!

Blogger Interfase said...
Duro. Muy duro amigo... pero tan real!!
Gracias por volver a blogear estas cosas que siempre cuentas tan bien.

Abrazos para todos ;-)

Jorge.

Anonymous Yvonne said...
Excelente texto, divertido, jovial, encantador...

Recuerdo como si fuera ayer las angustias compartidas por los peques, ansiosos por ver a su papás; así que, si bien me hago cargo perfectamente las situaciones que describes (telita), me siento muy feliz de que la familia pinypon, con sus anécdotas, sus sudores matutinos, y las trastadas de los dos bólidos, y el apoyo de big brother, sea una familia completa y feliz.

Un abrazo,

Y.

Blogger Lumeboo said...
No fui consciente de lo que habeis pasado hasta ir poco a poco leyendo algo por aquí y otro poco por allá, pero me da una alegría enorme leer esta entrada en el blog, porque suena a final feliz y a gran satisfacción a pesar de los pesares, no sé si intencionada o inconscientemente, pero yo tengo esa apreciación al leerlo. Felicidades a los cinco.

Blogger Javi said...
Gracias, gracias a todos, por comentar aqui o por mail! Como podeis imaginar no tengo mucho tiempo para nada, y cuando lo tengo no lo consigo aprovechar, pero todo se andará. Esta entrada sin ir más lejos ha costado casi 15 días sacarla!